Se salva de la pena de muerte un pandillero acusado de cinco asesinatos en Nueva Jersey

Farad Roland fue uno de los fundadores del cartel del South Side, una de las pandillas callejeras más violentas de Newark (Nueva Jersey), según el Departamento de Justicia, que culpa a la banda (subsidiaria de los Bloods) de numerosos asesinatos, tiroteos y robos entre 2003 y 2010. En su momento álgido, el grupo tuvo una veintena de miembros, muchos de los cuáles están ahora muertos o en la cárcel, según el FBI.

Roland, junto a su hermano Amin, era su último cabecilla en pie; en 2012 fue arrestado y procesado por cinco asesinatos. El FBI pidió la pena de muerte, en el segundo caso federal en el que se solicitaba el castigo máximo tras ser restituido en ese estado hace 30 años. La pena de muerte fue abolida en 2007, pero aún puede aplicarse por crímenes federales.

Sin embargo, una juez federal, Esther Salas, ha prohibido este lunes que Roland pueda ser condenado a muerte porque constituiría un castigo cruel e inusual (prohibido por tanto por la Constitución). En su opinión, Roland, de 33 años y acusado por el FBI de comandar a un grupo violento de traficantes de drogas y asesinos, es discapacitado intelectual.

En su dictamen, de 135 páginas, la juez cita los problemas académicos y de desarrollo de Roland, incluida la consideración de “retardado mental” que le dio la Seguridad Social cuando tenía 14 años. El Departamento de Justicia había autorizado a la Fiscalía a solicitar la pena capital en 2015.

En 2007, un traficante de droga fue juzgado y condenado por la muerte de un informante del FBI; se pidió la pena capital, pero el jurado no se puso de acuerdo sobre si merecía o no morir y le condenó a cadena perpetua.